Los migrantes visibles y una autoridad migratoria transparente / Ronal Rodríguez
El Espectador.-
En la segunda semana del Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV) el proceso avanza con buenos resultados, 248.339 migrantes han logrado agendar su cita para el registro biométrico finalizando la primera etapa del proceso (al viernes 21 de mayo). Completando de esta manera el 16,56% de la meta de registro que se fijó Migración Colombia para el 2021: 1,5 millones de migrantes registrados.
Si bien, algunas de las fallas de la plataforma se han superado, sólo el 39,93% de los ciudadanos venezolanos que inician el proceso han logrado concluirlo. Dato que refleja que la plataforma continúa teniendo fallas importantes que han dificultado el proceso y a pesar de los buenos resultados parciales se requiere continuar trabajando en el fortalecimiento del aplicativo.
La experiencia como usuario para muchos migrantes ha resultado frustrante, después de varias horas y muchos intentos no logran avanzar en el proceso del pre-registro virtual, por suerte hay suficiente tiempo para realizarlo, el proceso estará habilitado hasta el 24 de noviembre de 2023. No obstante, entre más temprano se logre la plena identificación y regularización de la población venezolana es mejor para todos.
Pero también se requiere preparación por parte de la población en condición de movilidad humana que busca adelantar el proceso, informarse, aprender a manejar la plataforma y disponer de tiempo. Por ejemplo, la encuesta de caracterización tiene: 10 preguntas de datos personales, dos de identificación, nueve de condiciones de vida, una de pertenencia étnica, 23 de estudios y ocupación, tres de seguridad social, 16 de salud, una de permanencia en Colombia, cuatro sobre embarazo y lactancia, ocho de motivos de migración, cuatro de vulnerabilidad y finaliza con cuatro preguntas de percepción de la integración.
Quizás para evitar problemas en la plataforma Migración Colombia debió concentrar sus esfuerzos en la población regular durante las primeras semanas, unos 759.584 venezolanos para los cuales el proceso es más rápido y salir de ellos primero permite descongestionar el sistema. Aún se puede organizar estableciendo unos días exclusivos para que ellos realicen el proceso con el objetivo de ordenarlo y hacer la experiencia más amigable para el usuario con la plataforma y lograr un mejor resultado, pero sobre todo generar confianza en la población venezolana en que el proceso funciona.
Y si el esfuerzo de los migrantes por hacerse visibles es importante, también Migración Colombia debe hacer un esfuerzo por ser transparente con la información que va arrojando el proceso. La pandemia de la COVID-19 nos ha enseñado lo importante que son los datos abiertos para el diseño de política pública y la implementación de medidas. El Ministerio de Salud, todos los días hace pública la información con detalle, permitiéndole a las instituciones del Estado colombiano y a las autoridades locales acceder a datos pertinentes que redundan en mejores decisiones y a la sociedad en general poder acompañar el proceso.
Los datos que arroja la encuesta de caracterización deben estar a disposición de las autoridades y la sociedad en tiempo real, el procesamiento de la información por la sociedad permitirá identificar problemas, desarrollar respuestas e implementar medidas, y no solamente en el sector público, los bancos por ejemplo, podrán usar la información para identificar en que lugares del territorio nacional deben ampliar su oferta de servicios para la población migrante, así como entre otros sectores de la sociedad que serán claves para la efectiva integración.
Para finalizar, un llamado de atención a Migración Colombia, la estrategia de socialización de la información por medio de Facebook Live es un instrumento importante, pero deben ser cuidadosos con la puntualidad, siempre inician con retraso enviando un pésimo mensaje como institución.
Coordinador e investigador de los proyectos “Esto no es una frontera, esto es un río” y “Bitácora Migratoria” del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario y la Fundación Konrad Adenauer.