Naufragio sistemático y generalizado / Zair Mundaray

El naufragio de un cuerpo en otro cuerpo

cuando en su noche, de pronto, se va a pique…

                      Eugenio Montejo   

La Silla Vacía.- Nos hundimos… Los venezolanos estamos invadidos por ese sentimiento de estar embarcados en una nave sin rumbo, secuestrada por un grupo de piratas que la conducen hacia un inminente naufragio. En el camino, ya sin velas, haciendo agua por todos lados, los pasajeros se van lanzando al agua intentando llegar a una orilla para salvarse, algunos lo logran, muchos mueren en el intento, otros llegan a costas en las que consiguen a otros piratas que los obligan a volver al barco y prolongar las penurias.

Las imágenes de venezolanos ahogados en las aguas de Sucre son una bofetada a la humanidad. A diario, somos bombardeados de muchísima información que refleja el sufrimiento de personas en diferentes latitudes. A veces nos hace reflexionar, pero generalmente lo percibimos como situaciones lejanas, fuera de nuestro contexto, ajenas a nuestra realidad, son estadísticas, no son nombres y apellidos como los nuestros, están en la televisión, en internet, no podemos palpar ese sufrimiento. Pero ahora son cercanos, se parecen a nosotros, se visten como nosotros, sufren lo que nosotros, se mueven en los mismos espacios, zarpan de las playas donde alguna vez nos bañamos y disfrutamos despreocupados, mientras vivíamos en una tierra que parecía próspera.

Nuestro naufragio no es casual, es el producto de la planificación y ejecución de un desmontaje institucional que ha dejado el Estado convertido en escombros, y a los ciudadanos indefensos ante los desvaríos del poder. Todos somos víctimas, todos hemos sido tocados por esa estructura que no deja un derecho en pie. Cada día se superan a sí mismos. El discurso oficial, culpabiliza a las víctimas de su propia tragedia. De acuerdo con quien funge como ministra de interior, los ahogados decidieron viajar al encuentro de sus familiares en un bote que no reunía las condiciones de seguridad para la travesía, y como colofón, el fiscal usurpador anunciaba la detención del propietario de la embarcación como responsable del hecho, como si fuera un gran acto de justicia.

Los náufragos, según la revolución, no huían del hambre y la falta de futuro que han impuesto a la gente, fue una decisión propia, como la del suicida que ha tomado su resolución concienzudamente. Cuatro cuerpos de niños ha devuelto el mar de Sucre, niños que junto a sus padres pretendían vivir dignamente y poder alimentarse como lo merecen, y como se supone que cualquier gobierno debería garantizarles.

Este hecho es solo una pequeña muestra del naufragio de todo un país, es un naufragio que tomando palabras del derecho penal internacional, es sistemático y generalizado. Es sistemático porque obedece a patrones que se diseñan y ejecutan desde el poder. La privación de condiciones de vida adecuados, son parte de ese esbozo que a decir de la fiscalía ante la Corte Penal Internacional, traspasa el plano de las violaciones de Derechos Humanos y constituyen verdaderos crímenes de lesa humanidad. Son generalizados, pues cualquier segmento de la población que escojas ha sido afectado: mujeres sin derechos, violentadas y utilizadas; niños sin educación adecuada, sub alimentados y con familias que han huido tratando de buscar futuro; hombres y mujeres sub pagados, sin salario suficiente, sin poder adquirir lo mínimo; ancianos sin pensiones dignas ni medicamentos luego de haber trabajado una vida entera; pueblos indígenas perseguidos y desplazados de sus territorios por la explotación de sus tierras, nadie se salva. Si protestas, la bota de las fuerzas armadas o las Faes caerán sobre ti, las balas, la tortura, el aislamiento, el abuso sexual, todo esto te podría alcanzar solo por no estar de acuerdo.

El barco zozobra, y la comunidad internacional observa, declara, rechaza, pero hasta ahí. Luego acompaña el sufrimiento de los deudos, va al sepelio, envía una corona, pero hasta ahí. Sin justicia no hay forma de evitar la catástrofe, no pareciera haber fórmula que haga retroceder a los criminales cuyo único fin es doblegar la resistencia y el deseo de libertad de los venezolanos.

La impunidad sigue siendo un espaldarazo al crimen, la firme petición de  justicia, debe ser uno de los elementos que nos cohesione. Que no se hunda un barco más, que no tengamos que pasar nuevamente por el horror de saber de niños que llegan flotando a nuestras playas. Nunca más.

https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-venezuela/naufragio-sistematico-y-generalizado-77502

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